Historia del Club Atlante
Ni los viejos cronistas se han puesto de acuerdo en la fecha exacta en que nació el Atlante. Alguno de ellos escribió: "Nació tan pobre, que ni registro tuvo .". Pero si atendemos a que en 1969 se conmemoraron los cincuenta años de vida del equipo, imponiéndole una medalla al General José Manuel Nuñez, habría que fijar a 1919 como la fecha en que nació uno de los equipos con mayor tradición en el fútbol mexicano. Sin embargo la mayoría fija que el equipo nace por allá de los años de 1916-1917.
Por esa época existía en la esquina de las calles de Valladolid y Sinaloa una farola que bañaba con su luz mortecina a un grupo de chamacos que retozaban entre sueños y esperanzas.
Un chamaco que le apodaban "El Vaquero", Refugio Martínez, lideraba a ese grupo de entusiastas muchachos de los llanos de la Condesa, lugar en donde los jóvenes daban rienda suelta al practicar su deporte favorito, el fútbol.
También en la Condesa se encontraban las instalaciones del Club Germania y del Centro Deportivo Español.
Los Martínez llegaron de Querétaro con su familia y vivieron en La Nopalera, en avenida Chapultepec, frente a la calle de Cozumel. La Nopalera era famosísima por sus muchachos broncudos. La Nopalera era un montón de casuchas medio abandonadas, hechas de adobe. Viviendas casi desmoronándose que salpicaban un paisaje con cactus de todos tamaños.
A una cuadra de la Nopalera, se encontraba la Casa Colorada. En Chapultepec y Sevilla, terminando con Hamburgo y Praga. La Casa Colorada era una fábrica de vinos de Prudencio Gutiérrez, famosa luego, porque ahí trabajaron y se emborracharon los primeros jugadores atlantistas.
La raza que habitaba en el cruce de Insurgentes y Chapultepec empezó a acudir a un campo aledaño que servía de prácticas a los jugadores profesionales del Club España. Los andrajosos chamacos, cubiertos de sudor y pobreza se embelesaron con ese juego de pelota que nunca habían visto.
Pronto en medio del polvo de la Nopalera, empezaron a imitar a los del España. Hicieron una pelota con hilo de media y a correr tras ella. Como los del España, pero no podían darse el lujo de comprar un balón pues costaban 14 pesos de los de aquellos ¡un dineral!, pues había que traerlos desde Inglaterra.
Pronto, la pasión por el fútbol prendió entre todos esos chamacos bravos y atravesados que se la partían por ganarles a los de la otra cuadra. O a los del otro barrio. O a los que se les pusieran enfrente.
Por eso a nadie le sorprendió que una noche en la esquina de las calles de Valladolid y Sinaloa, el llamado "Vaquero", Refugio, junto con su hermano Trinidad Martínez "el Pata de Oso" (Dicen algunos que lo de pata de oso nació cuando sembró de un patadón a un jugador del inolvidable España, otros dicen que su apodo fue por la forma en que corría, como los osos.), dijeron: ¿Y que tal si formamos un equipo? La respuesta fue un grito, un aullido entusiasmado de aquel enjambre de chamacos sudorosos.
El amor por el barrio, el código de honor por la calle en que se crece, se juega y se vive, los llevó a bautizar a ese naciente y entusiasta equipo con el nombre de "Sinaloa". Así nació el primero de los nombres de nuestro Atlante de hoy.
En los primeros años de este equipo y aunque cambio el nombre varias veces hasta quedar como Atlante, surgieron nombres inolvidables. Prietos, feos, sudorosos, con botines de tachones desgastados, camisetas deslavadas y la mayoría raídas, pero ¡cómo jugaban!.
En este equipo se recuerdan nombres deliciosos e inolvidables como integrantes, además de los hermanos Martínez, aquellos: Alejandro Corona, Juan "Norteño" Hernández, Guadalupe "Ciego" Hernández, "Chaquetas" Rosas, "Dientes" Rosas, "La Marrana" Olivares, Nicho Mejía, Rojas "el Patadura", "Los Estofian" Juan y Constantino, El "Trompo" Carreño, Luis Pérez, Agustín Pérez, "El Compadre" Cosme Pérez, José Luis Romero y Daniel "Abogado" Oliva, "El Iracheta" Gregorio Hernández, José Corona, Antonio García "El Black", Alfonso Gutiérrez "El Zapata", "El Ibarreche", "El Bailarín", "El Canaleja" .. ¡que jugadores!, ¡que hombres! Se la partían con cualquiera y donde quiera. Poca gente ya los recordará.
Esa raza, que nadie pudo explicar nunca como aprendió los secretos del fútbol, hacía diabluras con la pelota. No tardó mucho el nombre de Sinaloa. Los muchachos inquietos como todos los jóvenes lo cambiaron a uno que les gustaba más, nuestro amado equipo cambia de nombre de "Sinaloa" a "Lusitania", este último nombre además de que les sonó muy bonito fue en recuerdo y como memoria a un barco de vapor que los alemanes torpedearon y hundieron cuando la Primera Guerra Mundial iniciaba.
En ese año el "Lusitania" se enfrentó en juego amistoso a un equipo ya formado y conocido como "El Condesa" y que técnicamente lo manejaba un hombre llamado Genaro Almazán. También se enfrentaron a varios equipos que esporádicamente llegaban a los llanos de la Condesa con el objeto de "cascarear", pues en ese entonces solo se tenía un solo baloncito, el cual solo se inflaba a base de pulmones, pero el fútbol era la vida de todos los participantes en esos juegos.
El "Lusitania" en verdad no logró la fama que ellos esperaban, por lo que quizá por cábala o solo por gusto, decidieron borrar nuevamente el nombre del equipo cambiándolo por el de "U-53", nombre curioso pero de evocación a un Submarino alemán que cruzó en esas épocas el Océano Atlántico para entregar los pliegos de rendición de los ejércitos del Káiser alemán.
Con el nombre de "U-53" y todavía con el "Vaquero" Refugio Martínez al frente de nuestro equipo se tuvieron mayores éxitos y osadías. Por cierto Refugio Martínez en un tiempo fue el gran capitalista del plantel. Como anécdota se cuenta que "El Vaquero" tuvo que vender una vaca y con lo recibido compró los uniformes del equipo, lo que sería el primer uniforme: camisetas a cuadros rojos y azules, los inolvidables colores azulgrana del actual Atlante.
Después de varios éxitos el "U-53" con un optimismo desbordante reta firmemente a varios equipos de la Liga Mayor. Uno de los equipos boyantes y de más tradición en la historia futbolística de nuestro país, el España, aceptó el reto con algo o mucho de subestimo, lo cual se reflejó en un sorprendente 2-1 a favor del "U-53" ante las miradas atónitas de todos. Primer gran triunfo del equipo.
No obstante los éxitos del "U-53", este nombre desaparece. Un hombre llamado Roque Plata que en conjunto con "El Vaquero" había invertido gran parte o todo lo que tenía en el equipo, no pudo seguir haciendo desembolsos. Los jugadores, todos, habían sustraído gran parte de sus bajísimos salarios para afrontar los gastos mínimos necesarios que un equipo de fútbol requería, por lo que Roque Plata se tuvo que retirar de la misión de llevar al equipo.
Surgió entonces otro hombre que tomó las riendas del amado equipo: José Inés de la Mora. Todos los muchachos le dieron su confianza y un amplio poder de manejar al grupo a su saber y entender lo que prácticamente lo convirtió en el primer presidente del equipo a principios de 1920. Bajo el mando de José Inés el equipo juega los primeros partidos sin un nombre fijo y llegan a la conclusión de que deben poner un nombre importante al equipo.
Unos dicen que fue el "Vaquero" Refugio Martínez el que lo propuso, unos más dicen que su hermano Trini Martínez "el Pata de Oso", otros dicen que fue alguien que le decían "El Ibarreche", pero lo cierto es que nació el nombre de Atlante. Primero le iban a poner "Atlántida" o "Atlántico" en memoria del Océano que fuera el escenario de grandes acontecimientos bélicos y que de alguna forma estos acontecimientos se han ligado a los diversos nombres que el equipo había tenido. Pero dicen que les sonaba medio "gacho", afeminado, por lo que decidieron reducir el nombre a Atlante, algo más fuerte, nombre parecido al Océano Atlántico y recordando a las Gigantes e Impresionantes esfinges que se encuentran en Tula, Hidalgo. El nombre fue aceptado por todos y fue el nombre que adquirió fuerza y arraigo, hasta la fecha, en la piel, en el alma de aquellos mozalbetes y de la mayoría de los futbolistas que han vestido la casaca AZULGRANA.
La historia del Atlante es una leyenda de llano y pobreza. Y de misterio: ¿Cómo o dónde encontraron un fútbol que se adelantó a su época?. Aquellos muchachos humildes inventaron un fútbol, con imaginación insospechada. No jugaban en los estadios de su época y la gente se volcaba a verlos a toda plenitud en los polvorientos llanos de La Teja Ahí entre el polvo sagrado del llano, brillaban los colores AZULGRANA de aquel Atlante surgido de la lumbre del pueblo.
Felipe Rosas "El Diente", era un artista de la palomita. Nadie le dio a la palomita la espectacularidad que Felipe Rosas le dio . ¿Y Carreño?, ¿Quién le enseño al "Trompo" Carreño a burlar a los defensas y meterse como cuchillo en mantequilla hasta la zona de remate y patear suave y exquisito, fuera del alcance del arquero?. Carreño, un atlantista de sangre y fuego hizo el primer gol de México en Juegos Olímpicos. Y fue Carreño también el que anotó el primer gol de México en un Campeonato del Mundo.
Atlante no aprendió de nadie. Sus jugadores brotaron del llano, como hierbas silvestres, Atlante fue un equipo que nació sin cultivo. Y sus jugadores hicieron un fútbol natural espontáneo, que maravilló a todos los que lo vieron. A ese Atlante lo seguía una mancha de sombreros de petate, overoles y ropa desteñida, remendada, pies descalzos y zapatos hechos jirones. Nunca un equipo ha representado a la entraña del pueblo como este Atlante.
Pero continuando con la historia del equipo, Atlante era un equipazo y fue entonces cuando un hombre llamado Miguel Tovar Mariscal tomó al equipo bajo su protección por el año de 1923. Para ese entonces ya habían intentado varias veces ingresar, aunque fuera en la tercera fuerza, en la Federación de Fútbol, pero todos sus intentos fueron en vano, un equipo sin sede, sin uniformes completos, sin zapatos adecuados, sin balones, no podía pertenecer a una Federación de Fútbol, esto sin tomar en cuenta que había que pagar la fabulosa suma de cincuenta pesotes para inscribirlo y eso sí ya era imposible pues no lograron juntarlos.
Como se dijo anteriormente con la venta de una vaca lograron crear sus primeros uniformes copiándole de alguna forma los colores al Condesa y al Guadalajara o más bien mezclándolos, grandes cuadros rojos y azules y con ese uniforme llegó el esperado día de enfrentarse al gran equipo España, derrotándolo con gran enjundia, mucha garra y un coraje deportivo sin igual.
Con ese mismo espíritu de lucha lograron enfrentar y vencer a los cuadros más pintados y de mayor fama con lo que poco a poco tocaban a las puertas del máximo organismo del fútbol mexicano.
Fracasados todos los intentos del equipo para ingresar a la que entonces era la Federación Central que presidía Germán Stuth, se incorporaron a la Liga Spalding, que se convertiría más adelante en la Liga Nacional, siendo en ésta el amo y señor durante los años de 1924, 1925 y 1926, llevándose los Campeonatos de los tres años.
No querían que los AZULGRANA ingresaran a la Liga Mayor, no concebían que perteneciera a ella un cuadro plagado de desarrapados. Como una manera de evitar que ingresara a la Liga Mayor le impusieron como condición que enfrentara a los equipos Toluca y América, grandes en aquel entonces. Los AZULGRANA no tuvieron empacho en sepultar al Toluca en una verdadera montaña de cuero, 7-3, en tanto que en el afamado campo del Germania sometían al orgulloso y ya desde entonces odiado América, 2 a 1.
Aún no eran aceptados en la Liga Mayor los prietitos del "Aclante", como le llamaba el pueblo, los habían medio engañado, pero sin aceptarlos en la Liga Mayor y al ver su grandiosa capacidad los echaron a jugar contra el Colo Colo de Chile, el 25 de febrero de 1927, una triste derrota, pues los chilenos vencieron 3 a 1.
Con todo y todo, al demostrar con creces su gran capacidad enfrentando a varios equipos con excelente desempeño, sonoros triunfos y con la conducción de Alfredo Pérez Medina, es aceptado en 1927 en la recién constituida Federación Mexicana.
Al ser admitido el Atlante en la Federación con derecho a participar en el Campeonato 1927-1928, el equipo se integra con la mayor parte de los elementos que venían figurando en sus filas y sería en esa temporada que cambia sus grandes cuadros rojos y azules por la camiseta de rayas verticales azulgrana, que con el tiempo habría de convertirse en el uniforme más popular y más querido por las hazañas de sus aguerridos y grandes jugadores, serían por lo menos un lustro los héroes que las masas populares alzaban en hombros domingo a domingo proclamándoles como los mejores.
Por esas fechas el equipo tuvo varios triunfos internacionales. Atlante sacudió a todos cuando dobló al poderoso equipo Sabaria 3 a 1 en 1929, lo que no pudieron hacer ni el Asturias, ni el América, ni el España, ni el Necaxa, así se las gastaban los prietitos. En 1930 vino a México un equipo con el nombre de Sportivo Buenos Aires. Este equipo era prácticamente la Selección Argentina. Atlante les ganó 2 veces, el 20 de febrero, 2 a 1 y cuando el Sportivo se había comido a todos, lanzaron al Atlante a cerrar la serie de encuentros el 9 de marzo y los AZULGRANA repitieron el triunfo, ahora 3 por 2.
En forma oficial el Atlante debutó en la Liga Mayor en el Campeonato 27-28 enfrentándose al Necaxa, en un partido que finalizó con el marcador empatado a dos tantos. Curiosamente en la segunda vuelta Atlante derrotó a los necaxistas 3 a 2. En el torneo de 1929 que solo se jugó a una vuelta el Atlante derrotó al Necaxa 5 a 2. Vino el Campeonato 29-30 y en la primera ronda vencen los AZULGRANA 3 por 0, y en la segunda fase empataron a 2 tantos. Como se puede ver los necaxistas no podían vencer al Atlante. A partir de 1932, en el marco del Campeonato 31-32, el equipo electricista se perfilaba como el gran cuadro que sería en los años 30, y plagado de estrellas por fin pudieron vencer por primera vez al Atlante con un apretadísimo 2 a 1. Nada hacía pensar que la "jetatura" existiera, como no fuera al revés, ya que en la segunda vuelta de ese mismo torneo necaxistas y AZULGRANAS empataron a 3 en un riñonudo encuentro y por si fuera poco ese fabuloso Necaxa terminó empatado en puntos con el Atlante en el primer lugar. Así nacía la primer rivalidad del Atlante.
En el Campeonato 31-32 al terminar, como se dijo, empatados en puntos con el Necaxa, tuvieron que jugar una serie de 3 partidos para determinar quién sería el gran Campeón.
Atlante venció el primer partido 3 a 2 manteniéndose la jetatura entre los AZULGRANA y el Necaxa. A nadie extrañó que el Atlante se impusiera también en el segundo encuentro de la serie por la mínima diferencia 1 a 0, pero que significó el primer gran Campeonato AZULGRANA, no habiendo ya necesidad de jugar un tercer partido con los electricistas.
Todavía en el torneo de 1933, los flamantes campeones AZULGRANA, golearon 4 a 1 a un Necaxa que ya tenía la base de los afamados "once hermanos", así que, Necaxa no le veía el polvo a los AZULGRANA, 6 triunfos de Atlante y 4 empates por tan solo 1 victoria de los rojiblancos. Pero el 4 de junio de 1933, comenzó el "mal de ojo", ya que ese día Necaxa ganó y humilló a los AZULGRANA, nada menos que ¡9 a 0!, y después en los años venideros se invirtieron los papeles multiplicándose muchos triunfos necaxistas por muy pocos AZULGRANA, así es el fútbol.
En el primer Campeonato del Atlante entre otros defendían la casaca AZULGRANA: Luis Garfias, Miguel Garfias, Manuel Rosas, Manuel Galán, Alberto Islas, Agustín Pérez "El Compadre", Rafael Guirant "La Apipizca", Felipe Rosas "El Diente", Gabriel Olivares "La Nacha", Felipe y Julio Rosas "Los Patadura", Manuel Aguilar "El Bailarín" y Juan "El Trompo" Carreño.
Desde 1929 hasta el primer campeonato del Atlante, llegó de Guadalajara el Licenciado Jesús Salgado para ser el primer dirigente oficial del equipo. Salgado fue un hombre hábil, de voz suave, pero de mano firme e ideas inteligentes a la hora de las sesiones en la Liga. En esos tiempos las victorias Internacionales encumbraron aún más al Atlante del llano al primer plano Capitalino. Se puede decir que en forma oficial la primer Directiva atlantista estuvo integrada por: Lic. Jesús Salgado (Presidente), Librado Vega (Vicepresidente), Manuel Galán (Secretario) y Alberto Reichert (Tesorero).
A Partir de 1936 se le llamo la "Nueva Epoca del Atlante", crecía la popularidad de los "morenitos" debido a su excelente desempeño, sin embargo a causa de muchas dificultades económicas por las que pasaban todos los equipos, sobre todo los capitalinos, a consecuencia de viejos pleitos entre los Organismos rectores del Fútbol Nacional, este conflicto propiciaría la entrada del entonces Coronel José Manuel Nuñez en 1935 y del Ing. Guillermo Aguilar Alvarez en 1938 como nuevos directivos del popular equipo del pueblo, el Atlante.
José Manuel Nuñez fungía en 1935 como Jefe de ayudantes del General Lázaro Cárdenas y le habían encomendado la misión de salvar al equipo de los "morenos".
En 1938 el Ing. Guillermo Aguilar Alvarez fue nombrado Presidente del Atlante, quedando como Presidente Honorario el General José Manuel Nuñez. La actuación de ambos en el equipo habría de ser muy provechosa para los colores AZULGRANA y su afición, esta época se caracterizó por una tendencia general de los equipos de la Federación a reforzar sus líneas con jugadores de gran categoría, siendo 1938-1939 una etapa que marca un favorable despegue para algunos equipos capitalinos, entre ellos el Glorioso Atlante, que además de contar en sus filas con los nacionales Raúl Estrada, Carlos Laviada, "Calavera" Avila, "Caballo" Mendoza, notables jugadores todos ellos, ve reforzadas sus líneas con el Crack Internacional español Martín Valtonrá y con el costarricense Antonio Hutt.
Después de algunos éxitos y también contratiempos, en el año de 1942, el Ing. Guillermo Aguilar Alvarez deja el cargo, retomando el alto mando de los azulgrana el conocido General José Manuel Nuñez, que después sería el mismísimo dueño del equipo.
El General José Manuel Nuñez fue anécdota, mito y leyenda en la vida del Atlante. Acostumbraba imponer decisiones a punta de pistola. En León no olvidan que en la temporada 1946-47 el partido decisivo para definir el título entre panzas verdes y AZULGRANA debía por derecho y reglamento jugarse en la ciudad cuerera de León. Pero por las "pistolas" del General Nuñez se realizó en la capital de la República, sede del Atlante. El General argumentó, para pasar sobre el reglamento y el calendario oficial de juegos, que todo el Bajío estaba infestado de la ¡ fiebre aftosa !. Ese partido lo ganó el Atlante y subió a los 42 puntos que necesitaba para coronarse campeón dejando a su más cercano perseguidor, precisamente el León, en 41 puntos con el subcampeonato y un coraje enorme por tan grande irregularidad. Ese era el General Nuñez y su amor por los colores AZULGRANA.
Fue en el México de la era bélica de los primeros cinco años de la década de los 40 cuando el Atlante pasa lista de presente entre las grandes potencias del fútbol mexicano, además de eso, surge todo un fenómeno de humilde extracción, un verdadero ídolo aclamado en todas las tribunas de la República Mexicana, su nombre, Horacio Casarín; el magnetismo y carisma de Casarín, penetró en el corazón del pueblo, él corría, construía y además metía goles, toda una figura.
Sería 1940-1941 una temporada gloriosa para los colores AZULGRANA, al conquistar por segunda ocasión el título de Campeón de Liga, ya que el primero, como ya conocemos, fue en 1931-1932. El título de Liga fue conquistado con jugadores como: Raúl "Pipiolo" Estrada, Benjamín Alonso, Carlos Laviada, Antonio "Peluche" Ramos, Ignacio Avila, "El Calavera", Alfredo Hidalgo, Martín Valtonrá, Leonardo "Chanclas" Zamudio, Alberto "Caballo" Mendoza, José "Margarita" Gutiérrez y José Antonio Hutt.
En la siguiente temporada 1941-1942, gana el Atlante su primer título de Copa México y la satisfacción fue mayúscula cuando por haber ganado la Copa México jugó el partido de Campeón de Campeones con un equipo de las grandes glorias del fútbol mexicano, el poderoso España. En ese encuentro los prietitos AZULGRANA se impusieron como lo que eran, unos verdaderos campeones, conquistando el título.
Es por estas fechas que el profesionalismo, más o menos disfrazado, de algunos equipos descorre el velo, especialmente en la capital; pues se integran jugadores españoles importantes al fútbol mexicano, todos ellos profesionales en su país y la mayor parte de ellos con etiqueta de seleccionados nacionales, esto sería factor decisivo para que los dirigentes del fútbol nacional admitieran la realidad.
En el Campeonato 1942-1943 el Atlante, como equipo grande que era, estaría peleando la punta con el equipazo del Marte, que entre sus filas tenía al "Tico" Bonilla, Cesar Ortiz, Juan Lobo, el "Gitano" López, Borbolla y una gloria del fútbol mexicano, "El Pirata" Fuente junto con el "Che" Gómez que además de jugar era entrenador del Marte. Con el apoyo de todos estos grandes jugadores, el Marte se coronó en esta temporada cuando en los partidos finales, el Marte ganaría al América por dos goles a cero, superando por solamente un punto de diferencia a nuestro amado Atlante el cual a su vez solo pudo empatar a tres goles con el durísimo España, escribiendo así la historia.
Debutó Horacio Casarín vistiendo la camiseta del Atlante el 28 de junio de 1942. Fue en un partido celebrado en el parque Necaxa, donde se enfrentaron al América. Ese día los "prietitos" del Atlante se levantaron con el triunfo por 5-3 con dos goles de Horacio. Fue un partido de "Copa México", en el cual quedaba eliminado el equipo que perdiera dos veces, todavía no se decretaba oficialmente el profesionalismo y solo había ocho equipos en la Liga Mayor.
El Atlante fue uno de los fundadores de la liga profesional en el año de 1943 y se convirtió en el cuarto equipo en consagrarse campeón en la temporada 1946-1947, sin embargo esta época dorada pronto quedó atrás y el Atlante pasó mucho tiempo sin volver a coronarse, además de que descendió a la segunda división en 2 ocasiones aunque siempre lograron regresar a la máxima categoría al torneo posterior del que habían descendido.
Inolvidable fue el equipo de la temporada 46-47 que logró el primer título de Liga para el Atlante en la época profesional. Aquella oncena estuvo integrada por Villavicencio, "Peluche" Ramos, Medina, Arizmendi, Scarone, Pepe Gutiérrez, Valtonrá, Meza, Angelillo Segura, Nicolau y el ídolo Horacio Casarín.
Llega en 1979 el goleador brasileño Evanivaldo Castro "Cabinho" quien liga varias temporadas memorables con los Potros de Hierro y se coloca como el máximo goleador de este equipo sumando 102 tantos en su cuenta personal.
Emotiva fue la Final que jugaron en la temporada 80-81 donde fueron líderes generales y disputaron el partido que definió el campeonato ante los Tigres de la U. de Nuevo León, quienes finalmente fueron superiores y terminaron derrotándolos en el Estadio Azteca.
Luego del subcampeonato de liga de 1982, el Atlante logró la Copa de Campeones de la CONCACAF de 1983, levantando así su primer título internacional oficial en su historia.
Cambios constantes fueron los que sufrió el Atlante a lo largo de su estadía en la Primera División pues luego de que el equipo fuera vendido por el General José Manuel Núñez en 1966 a Fernando González "Fernandón" descendieron por primera vez en la temporada 75-76. Retornaron en la 77-78, pero bajo el patrocinio del IMSS, después fueron vendidos al Departamento del Distrito Federal y finalmente el 10 de junio de 1989 José Antonio García los compraba.
Descienden los Potros de Hierro en la temporada 89-90 luego de una desastrosa campaña en la cual arrancaron jugando en Querétaro sin lograr ni éxitos económicos ni deportivos. Aunque Rafael Puente fue quien los dejó en los últimos lugares, el argentino Carlos "Chamaco" Rodríguez terminó por hundirlos el 5 de mayo de 1990 cuando finalizaron en el sótano de la clasificación general.
Sin embargo, el equipo azulgrana volvió de inmediato al máximo circuito, regresa el Atlante a Primera División el 17 de julio de 1991 luego de haber permanecido un año en el infierno de la Segunda División. El partido final por el ascenso disputado ante Pachuca tuvo que irse a un tercer encuentro, donde llegaron hasta la muerte súbita en serie de penales en los cuales el portero Félix Fernández se convirtió en el héroe al anotar el 9-8 definitivo.
La temporada 1991-1992 fue muy buena para el equipo Azulgrana que bajo el mando de Ricardo Lavolpe, quien fuera portero de este equipo en los ochentas y técnico de la selección mexicana en el mundial de Alemania 2006, comenzó a desplegar el fútbol ofensivo con el cual se identifica a estos colores. Terminaron como primer lugar de la tabla general, pero fueron eliminados de la liguilla por el Cruz Azul en cuartos de final ante la polémica de un gol anulado que daba el pase a los Potros a las semifinales con un global de 5-5 donde un gol de visitante del Cruz Azul fue la diferencia. En ese torneo el campeón fue el León.
El Atlante volvió a ser campeón de liga en la temporada 1992-1993, donde calificaron como décimo de la tabla general y derrotaron al Superlíder Necaxa en cuartos de final con un marcador global de 5-2. En las semifinales el equipo Azulgrana dio cuenta del campeón vigente, el León, por marcador de 4-2 global. La gran final fue disputada ante el equipo de Monterrey donde el Potro de Hierro logró alzar la copa tras un global de 4-0.
El equipo campeón era integrado por Félix Fernández, Raúl Gutiérrez, Wilson Graneolatti, José Guadalupe Cruz, René Isidoro García, Miguel Herrera, Roberto Andrade, Pedro Masaccesi, Guillermo Cantú, Daniel Guzmán Castañeda y Luis Miguel Salvador. Todos ellos bajo el mando de Ricardo Lavolpe.
Es de llamar la atención que Graneolatti, Cruz, García, Herrera y Guzmán son actualmente directores técnicos y en México se conoce a estos técnicos como de la "escuela lavolpista" que se caracteriza por jugar con una línea de 5 defensas donde los defensores laterales se desempeñan como extremos cuando atacan. Una característica más en común entre este grupo de entrenadores es el fútbol vertical donde la posesión del balón es una de las premisas, por lo que el sacrificio colectivo en la recuperación y los ataques a velocidad mediante jugadas de primera intención es uno de los sellos de la escuela lavolpista. Es además importante señalar que los ex-jugadores Luis Miguel Salvador y Guillermo Cantú son directivos del fútbol mexicano, el primero es vicepresidente del Club Monterrey y el segundo es el director de selecciones nacionales. Mientras que Félix Fernández fue Presidente de la Asociación del Jugador, y destaca por ser el primer futbolista mexicano en publicar de forma constante en un medio nacional de comunicación, además de tener libros publicados. Se puede decir que el equipo campeón de 1992 es de los que más influencia tiene en el fútbol mexicano de la actualidad.
José Guadalupe Cruz, se convirtió en campeón como jugador y como técnico en el Apertura 2007.
Masacrados resultaron los Potros en los Cuartos de Final del torneo de Invierno 96, aquel 7 de diciembre, cuando el Toros Neza los sorprendió con sus cabezas pintadas de colores para clavarles nueve goles nada más. Cuatro en el encuentro de ida y cinco en el de vuelta. El marcador global fue 9-2 y con ello les infringieron la derrota más dolorosa de su historia pues a pesa de haber sido superlíderes, quedaron fuera de la Liguilla.
Clasifican por primera vez en su historia al selectivo Prelibertadores 2000/01, pero fueron eliminados por los equipos de Venezuela.
Logró buenos resultados en los primeros torneos cortos, pero una vez más el equipo decayó y se involucró en problemas de descenso, situación que se volvió a dar en el verano 2001; cuando perdió en la carrera de no descender en contra de los esmeraldas del León. El equipo corrió con la fortuna de que la liga estaba por expandirse a 20 equipos, lo cual le dio la oportunidad de jugar 2 partidos de "promoción" contra los Tiburones Rojos de Veracruz, que eran los campeones de la primera división "A", a los cuales vencieron evitando la pérdida de la categoría.
Desde ese momento el Atlante recuperó un buen nivel de fútbol sobre todo bajo la dirección técnica de Miguel Herrera y con una delantera encabezada por Sebastián González "Chamagol", han sido participantes asiduos de la liguilla por el título en el fútbol mexicano, donde lo más lejos que habían avanzado ha sido a las semifinales en los torneos apertura 2003 y apertura 2004, donde cayeron en contra del Pachuca y del Monterrey, respectivamente. En el clausura 2006, bajo el mando del director técnico René Isidoro García y del delantero estrella chileno Patricio Galaz, lograron llegar a los cuartos de final del torneo donde cayeron con el San Luis con global de 1-0.
En el 2007 tras la paupérrima asistencia de público en el Estadio Azteca, la directiva decidió mudarse a la ciudad de Cancún. El anuncio se produjo el 14 de mayo de 2007 en una conferencia de prensa en el hotel Ritz Carlton en esa misma ciudad. Así, concluyó una negociación de más de 5 meses.
El estadio elegido fue el Olímpico Andrés Quintana Roo, el cual fue remodelado. Actualmente tiene una capacidad para 20.000 personas. Además, se le ampliaron los vestuarios y le fueron instaladas tribunas tubulares.
El 9 de diciembre de 2007 el Atlante consiguió su quinto título de liga (tercero en la época profesional) después de un torneo en el que peleó el primer lugar general con Santos Laguna ya que ambos se mostraron muy superiores a la competencia.
En la liguilla los Potros enfrentaron a varios de los clubes con mayor convocatoria nacional, Cruz Azul, Chivas de Guadalajara y Pumas de la UNAM; a quienes vencieron en la final tras empatar a cero goles en el juego de ida en Ciudad Universitaria y 2-1 en el juego de vuelta en el Olímpico Andrés Quintana Roo; goles anotados por Giancarlo Maldonado y Clemente Ovalle, mientras que el gol de los visitantes fue anotado por Ismael Íñiguez.
En el Clausura 2008 tuvo una temporada muy mala, llena de empates y derrotas, por lo mismo los potros terminaron muy abajo de la tabla. El Atlante disputó la Superliga 2008 en donde inicio perdiendo 4-0 con el Houston de Dinamo, pero para el siguiente juego se recuperó derrotando al D.C. United 3-2 con dos goles de Luis Gabriel Rey y un golazo de Christian Bermúdez. Para el tercer juego se enfrentó a las Chivas del Guadalajara donde el Atlante salió con la victoria 2 goles a 0, con goles del Venezolano Giancarlo Maldonado y de Gerardo Espinoza; casi terminando el encuentro el portero de Chivas Luis Mitchel salió lesionado tras un choque accidental con Gabriel Pereyra, que lo dejaría fuera por todo el torneo Apertura 2008 por fractura en el brazo izquierdo.
Para el Apertura 2008 el equipo se reforzó con el delantero colombiano Luis Gabriel Rey, actualmente el jugador con más goles en liguillas por parte del Atlante. El joven Luis Gerardo Venegas y el ya más experimentado Gerardo Espinoza fueron la base de la defensa azulgrana. También fue el debut de varios jugadores en la Primera División, como el mismo Gerardo Venegas, Fernando Herrera, Fernando Navarro, Daniel Arreola, entre otros. Fue un torneo en el que se consigue nuevamente levantar al equipo y llevarlo hasta la instancia de semifinales, donde se pierde ante Cruz Azul por marcador global de 4-2, pero dando una gran exhibición de fútbol de ambos equipos, en una de las mejores series del año.
El Clausura 2009 pasó sin pena ni gloria para el equipo Azulgrana, sin embargo este 2009 se hizo un gran papel en la Liga de Campeones de la CONCACAF.
En la Liga de Campeones de la CONCACAF (CONCACHAMPIONS) edición 2009, con una plantilla plagada de jóvenes, el Atlante se alzó nuevamente como campeón absoluto del área, en el torneo superó fácilmente la etapa de grupos por encima del Olimpia Hondureño, luego con solvencia y tras un cuatro a uno global eliminó al Houston Dynamo, después al Santos Laguna en una semifinal muy apretada y se alzó con el título ante el Cruz Azul al cual venció a domicilio con un contundente dos a cero, marcador global que sostuvo en la vuelta en casa sin muchos problemas, de modo que en Cancún, nueva casa del Potro, se celebró un nuevo campeonato en menos de dos años.
Este logro significó ser parte del Torneo Internacional de la FIFA llamado Mundial de Clubes, que se llevará a cabo en Diciembre del 2009 en la Ciudad de Abu Dhabi en Arabia. |
Diseñado para una resolución de 1024 x 768 píxeles | Potros de Hierro del Atlante |